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lunes, julio 25, 2005

Plan canje 

Te cambio mis tres lunares estratégicos por tu levantada de ceja.
Después, si querés te doy unos besos de vuelto (o de vuelta).

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domingo, julio 24, 2005

Oxigenáme 

Músculo,
aurículas,
ventrículos,
tabique,
válvulas,
vasos sanguíneos,
venas,
arterias,
sangre,
sístole, diástole, sístole, diástole.
Todo tuyo.

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martes, julio 19, 2005

Feliz, feliz en tu día 

Cuando vuelvo del trabajo, paso siempre por el lugar de los cumpleaños tristes. Salón antiguo de techo alto, colores pálidos y transmisores de lágrimas. Las personas no eligen padecer su cumpleaños allí, simplemente lo merecen y no pueden evitarlo.
La tarjeta (gris y con bordes mal cortados) cita a los invitados una hora después. De esta forma, el homenajeado comienza su reunión pensando que nadie lo recordó. Cuando finalmente las personas llegan, se les pide que evoquen un recuerdo que los haya hecho llorar. Si se pagó lo suficiente, esta opción puede acompañarse con fotos de personas que no se ve hace mucho o que directamente murieron.
Una vez todos adentro y sentados en silencio, cada uno compartirá su mayor miedo y será humillado por los demás. Las personas que sean consideradas más importantes por el cumpleañero, tendrán que irse antes presentando excusas débiles.
Antes de cortar la torta (sólo de crema) y después de cantar el Triste cumpleaños, cada invitado le va a pegar en alguna parte significativa del cuerpo al protagonista. Y después, si aún no llora, van a recordarle lo inútil y mediocre que es.
Cuando comience a sentirse el aroma a impotencia, a no saber qué hacer, a poca amistad; recién ahí se da por finalizado el encuentro y entonces todos desaparecen y el festejante permanece solo y quieto y mira y mira y mira todo a su alrededor y se siente un paquete sin lugar.
Después creo que se va a la casa en colectivo solo, pero se olvida los regalos. Mejor, porque sólo eran cosas rotas y mal envueltas que sobraban en las casas de los invitados.

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jueves, julio 14, 2005

Bang bang 

Primero, voy a caminar astillándome los pies con cada vidrio que encuentre en el suelo. Lo que va a seguir es arañar mis brazos con puertas de metal, y si el impulso es fuerte mejor, así sangra.
Alimentarme con mis uñas y seguir con mis dedos, hasta llegar a las muñecas en carne viva y apoyarlas en barras de hierro ardiendo, así no se deshilachan. Sin gritar, todo sin gritar.
Las lágrimas van a caer y voy a seguir diciendo que es por el viento, que siempre mis ojos fueron así, que ya me conocen.
Después, voy a pegar los extremos de mis ojos bien abiertos y entonces mi boca va a buscar caramelos en una palangana llena de arena y sal. Los gusanos van a empezar a escalarme por los pies y se van a volver rojo sangre cuando lleguen a mi ombligo.
Voy a cortarme la ingle con el borde de una hoja de papel y al final voy a poder sentir cómo una rata bebé baja por mi esófago hasta el estómago, y yo tratando de no vomitar pelos.

Y es que al final, vos sos yo y yo soy vos. Entonces, sólo es cuestión de autoflagelarnos, estimado enemigo íntimo.

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lunes, julio 11, 2005

Necesilandia 

Mientras caminaba por el mundo de las necesidades y saltaba, fui notando muchas cosas.
- Para esquivar charquitos de lluvia necesito piernas largas, muy largas.
- Para recordar olores necesito nariz sin mocos verdes.
- Para escuchar necesito tímpanos no perforados.
- Para hablar necesito voz. Y a vos, también.
- Para llorar necesito sentir.
- Para levantarme necesito caerme.
- Para mí, te necesito.
- Para mí que te necesito.
- Pará, Mi, que te necesito.
- Para mí que tenés ésito (un cacho).

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miércoles, julio 06, 2005

Situaciones 

EL: - Reconocélo: las mujeres aman contradecir.
ELLA: - Ay, cualquiera.

Je.

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Rutinas 

No. No, gracias. No. No. No, cara de asco. No. No. No y ceja fruncida. No. Agarra. Agarra. Agarra. No. No. No y gesto con el dedito.

Desgracia. Pobreza. Necesidad.

Miradas perdidas, habituadas y algún revoleo de ojos.

Después es gracias señores pasajeros, y cambio de vagón.

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lunes, julio 04, 2005

4 años 

- Hola, habla la mamá de Facundo?
- No, la abuela. ¿Quién habla?
- Te llamo del centro de rehabilitación donde Facu va a empezar a venir la semana que viene, para pasarte los horarios.
- No, no, querida, Facundo falleció hace una hora. Los médicos no pudieron salvarlo de la neumonía.

Y después sólo se me caían algunas lágrimas.

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