domingo, septiembre 24, 2006
Again again again and again
miércoles, septiembre 20, 2006
Gris que (no sé si) te quiero, gris
Entonces, como decía un amigo mojito, todo es cuestión de matices.
domingo, septiembre 17, 2006
Magia
miércoles, septiembre 13, 2006
Gerundiando
comiendo, accionando, mojando(me), insertando, chupando,
abriendo, cerrando, accionando, mirando,
gustando, corriendo, robando,
escuchando,
callando, cayendo,
inventando, cambiando, sufriendo,
abrazando, viajando, bebiendo, conociendo(te).
Porque yo uso todo el gerundio que quiero.
domingo, septiembre 10, 2006
Construir el acontecimiento
Y entonces, señora, elegimos un suceso. Lo hacemos parecer importante, le agregamos datos con números com-pro-ba-dos en un estudio de una High University, citas textuales y nombres de personas reconocidas. Batimos, batimos, batimos mientras cantamos “La felicida-ad-ad-ad me la dio tu amor- or-or-or…”. Si la cámara me toma, puedo mostrarles cómo queda construido el sentido del discurso. Podemos agregar Peirce, Saussure y por qué no Verón, a gusto.
Y así, vamos destruyendo el mundo
miércoles, septiembre 06, 2006
Juguemos en el bosque mientras el lobo no está
Y un día se le ocurrió que quería diferenciarse del resto. Como primera medida, subió al colectivo, pagó el boleto, gritó a los pasajeros algo que había escuchado en una película y se bajó. Enseguida aparecieron los periodistas y cada testigo se volvió una estrella de tv.
Algunos sostenían que el grito había sido: "Cada corazón es una célula revolucionaria", con énfasis en la última 'a'. Otros, decían que las palabras habían sido en inglés, y que habían escuchado: "Now if any of you sonsabitches got anything else to say, now's the fucking time!" Los más arriesgados aseguraban que el grito provenía de los demonios y vociferaban frases como: "Dábale arroz a la zorra el abad".
Al ver la repercusión en los medios, las personas empezaron a subirse a los colectivos, pagar el boleto, gritar frases y bajar. En poco tiempo, todos los colectivos tenían un "gritador" en cada parada y a alguien se le ocurrió hacer torneos para adivinar a qué película, canción o libro pertenecía cada grito.
Algunas semanas más tarde, las personas comenzaron a abandonar sus tareas porque querían pasar todo su tiempo jugando a gritar y adivinar frases arriba de colectivos.
A los más rápidos se les ocurrió patentar algunas palabras, para que cada ser que las pronunciara debiera pagarles. La gran mayoría de los habitantes del mundo suplantó esos términos por otros. Pero enseguida patentaron más y más palabras, y la gente que no tenía para pagar se vio forzada a –de a poco- dejar de hablar. Pronto el dinero fue todo de los patentadores de palabras y el mundo se volvió silencioso.
Nos hacen creer que jugamos en el bosque, y resulta que el lobo no sólo está ahí, si no que además maneja nuestro juego.
lunes, septiembre 04, 2006
La soportable levedad de la simpleza
Hhhh. Hh hhh hhhhhhhhh hhh hhhh hhhh. ¡H hhh! Hh hhhh hhhh hhh, Hhh Hhh hhhh hh Hhhhh. Hhhh. Hhhh hhHHh Hh hh hhhh hh h. Hhhh. Hh hhh hhhhhhhhh hhh hhhh hhhh. H ¿hhh? Hh hhhh hhhh hhh Hhh Hhh hhhh hh Hhhhh. Hhhh. ¿Hhhh hhh?
Enjoy the silence.
domingo, septiembre 03, 2006
Crónicas marcianas
Durante este tiempo, avancé 999999999 pasos y retrocedí 88888888. Prendí la radio casi 7777777 veces y apagué el televisor en unas 666666 ocasiones. Cerré 55555 puertas y rompí 4444 picaportes.
Disqué 333 números telefónicos. Pasé 22 días disfónica después de haber dado 1 grito de euforia, tristeza, placer y enojo.
Imaginé ½ de historia que se hizo realidad y devoré varios ¼ de helado de tramontana con dulce de leche.
Me parece que tengo algunos super poderes.
Ampliaremos.